Lo que somos es producto tanto de lo que hicimos como de lo que dejamos de hacer, y nos afecta. En determinadas situaciones, nos lamentamos por haber dejado escapar a aquella persona que tanto bien nos hacía. Debemos aceptar nuestro presente y vivirlo con agrado, no con resignación. Pero si andamos con la vista atrás pensando en lo que fue y en lo que pudo haber sido, tendremos que plantearnos si estamos haciendo bien las cosas. Quien cree que cometer errores equivale a fracasar, olvida que las equivocaciones forman parte fundamental de todo aprendizaje. "Si hubiese hecho, si hubiese dicho, si me hubiese comportado de otra manera o hubiera optado por la otra opción". Echamos la vista atrás y nos culpabilizamos por acciones de nuestro pasado y pensamos que ahora pagamos las consecuencias. Concluimos entonces que, si pudiéramos, cambiaríamos algunos capítulos de nuestra vida porque son culpables de que no tengamos lo que merecemos y de que no seamos lo felices que podríamos ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario