Moschino Cheap & Chic

sábado, 15 de octubre de 2011

La experiencia me hizo abrir los ojos aun mas. Aquellas personas que consideramos diferentes por el solo hecho de tener distinto color de piel, ojos, o encontrarse en condiciones totalmente opuestas a las nuestras, no termina por hacerlos desiguales. En lo esencial somos lo mismo: personas. Somos capaces de sentir, tanto amor como odio; capaces de disfrutar o angustiarnos por algo. De la boca para afuera es muy fácil "asumir" este tipo de cosas, pero en cada una de nuestras acciones no demostramos mas que desprecio hacia aquel otro que al igual que nosotros, merece todo el respeto por el hecho de ser lo que es, y haber nacido o sido criado diferente no le quita eso. Si tan solo todos pudiéramos comprender que quien tenemos en frente no es mas que una copia de nuestro ser, que padece, así no lo demuestre, al igual que nosotros. Lo que lo rodea también lo afecta, y a veces en una medida mucho mayor por las condiciones en las que le toco vivir. Es muy simple juzgar a cada ser humano que se nos cruza, sentir rechazo por el otro; sin tener presente por lo que puede haber pasado y como esto influyo en el. A menudo escucho la frase "hay que matarlo"; hay que matar a este, al otro, a aquel que esta allá y al que actúa asi también! Lo que yo creo es que dichas personas antes de ser sometidas a tan terrible acusación merecen el interés de la sociedad por aquello que les toco vivir, probablemente injustamente. Una situación por la que no eligieron pasar, y sin embargo tuvieron que enfrentar. Como nos sentiríamos en su lugar? Como actuaríamos nosotros al respecto? No tendríamos la necesidad de contar con el apoyo de alguien? Y que pasaría si a cambio de eso no obtenemos mas que rencor y exclusión? Nos darían entonces ganas de hacer algo bueno por el otro? En vez de fijarnos en el odio, fijémonos en que la causa no sea una situación que nosotros mismos generamos.

No hay comentarios: